Nuestra historia

Nuestra iglesia es más que un conjunto de programas o personal remunerado. Desde su creación, la Iglesia Bíblica ha sido la asamblea de aquellos a quienes el Padre ha llamado bondadosamente a Jesucristo mediante la obra del Espíritu Santo. Su ministerio es el fruto de nuestra redención en Cristo expresada en una vida compartida de amor. Los miembros del personal, los edificios, los programas y los servicios comunitarios son importantes y dignos de reconocimiento, pero no son más que expresiones públicas del amor que esta comunidad siente por los demás.


Lo más importante que se puede decir de los comienzos de la CHBC es esto: ¡a Dios sea la gloria, porque Él ha hecho grandes cosas! Que Él continúe guiando a CHBC en el futuro hasta que nuestro Señor regrese. 

Nuestros valores fundamentales

Construido sobre la base del Evangelio, nuestros valores fundamentales apoyan nuestra misión de alcanzar el Triángulo y más allá con el mensaje de Jesús. Cada decisión - relacional, ministerial, administrativa - se alinea con nuestros valores fundamentales.

  • Centrado en la palabra

    El Espíritu de Dios utiliza la Palabra de Dios para edificar al pueblo de Dios para la gloria de Dios.


    - La Biblia, la Palabra de Dios, es nuestra fuente de Verdad.

    - Toda la historia de la Biblia cuenta el Evangelio y el Evangelio está en cada historia.

    - Predicar la Biblia es la proa del barco, que va hacia delante.

    - Las personas saturadas de enseñanza bíblica tienen corazones tiernos y manos ávidas de Dios.

    - La curiosidad y el aprendizaje bíblicos son hábitos espirituales para toda la vida.

    - Todo lo que hacemos debe estar informado por el Evangelio.

  • Orientado a los demás

    Nos necesitamos unos a otros para experimentar la plenitud de la vida cristiana.


    - Caminar con otros que persiguen a Jesús es el estilo de vida del Evangelio.

    - En comunidad, somos discipulados por y discipulando a otros.Invertir en un Grupo de Vida produce beneficios espirituales.

    - Una cultura evangélica fomenta un ambiente relacional.

    - El Evangelio exige una diversidad de género, edad y etnia... un reflejo de nuestras ciudades.

    - La iglesia local es el plan central de Dios para la comunidad.

  • Hecho para la misión

    Estamos llamados a "hacer discípulos de todas las naciones".


    - Todo cristiano es un misionero.

    - Tenemos esferas de influencia (local, regional, mundial) a las que llegar con la Buena Nueva.

    - Somos una presencia de misericordia en nuestras ciudades.

    - No separamos el anuncio verbal del Evangelio de la misericordia que mostramos a la luz del Evangelio.

    - La iglesia es un campo de entrenamiento para el ministerio, independientemente de la vocación.

    - Dios llamará a hombres y mujeres a compartir el Evangelio entre las naciones.

    - Nuestro papel es equiparles y apoyarles.

Nuestra declaración de fe

  • Las Sagradas Escrituras

    Creemos que las Escrituras, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, son la Palabra de Dios inspirada verbalmente, escrita por hombres bajo el control de Dios, sin error e infalible en los manuscritos originales, y la autoridad final en la fe y la vida (II Timoteo 3:15-17; II Pedro 1:20-21; Salmo 19:7-9).

  • La Divinidad

    Creemos en un solo Dios, que existe eternamente en tres personas -Padre, Hijo y Espíritu Santo-, siendo estas tres idénticas en esencia y poseyendo precisamente los mismos atributos y perfecciones (Deut. 6:4; Mt. 28:19; II Cor. 13:14).

  • La condición humana

    Creemos que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios en inocencia y sin pecado, pero que en el pecado de Adán la humanidad cayó, heredó una naturaleza pecaminosa, quedó espiritualmente muerta y alejada de Dios. El hombre por sí mismo es incapaz de remediar su condición perdida y depravada (Génesis 1:26, 2:1-24; Romanos 3:10-18, 5:12; Efesios 2:1-3).

  • Persona y obra de Cristo

    Creemos que el Señor Jesucristo, Hijo eterno de Dios, se hizo hombre sin dejar de ser Dios, concebido por el Espíritu Santo y nacido de una virgen, para revelar a Dios y redimir al hombre pecador. Esta redención la llevó a cabo entregándose voluntariamente como sacrificio sustitutivo sin pecado en la cruz, satisfaciendo así los justos juicios de Dios contra el pecado. Tras confirmar esa redención mediante Su resurrección corporal de la tumba, ascendió a la diestra de Su Padre, donde intercede en favor de quienes confían en Él (Juan 1:1,2,14,18; Lucas 1:34-35; Romanos 3:24-26, 8:34).

  • Persona y obra del Espíritu Santo

    Creemos que el Espíritu Santo es la Persona divina que convence al mundo de pecado, que trae nueva vida a los que están espiritualmente muertos, que todos los creyentes son bautizados con el Espíritu Santo y así colocados en la única Iglesia verdadera, que es el Cuerpo de Cristo, que Él mora en ellos permanentemente, los sella hasta el día de la redención, les otorga dones espirituales y los capacita para el servicio (Jn. 16:7-11, 3:5-8; I Cor. 12:7-11,13; Juan 14:16-17; Ef. 4:30, 5:18; Hch. 1:8).

  • Salvación

    Creemos que la salvación de la pena del pecado es un don de la gracia de Dios. No puede obtenerse por obras meritorias, sino que se concede gratuitamente a todos los que ponen su fe en la obra consumada de Jesucristo en el Calvario. Todos los que confían en el Salvador son perdonados de sus pecados -pasados, presentes y futuros- y nacen en la familia de Dios por la obra regeneradora del Espíritu Santo (Efesios 2:8-9; 1:7; Juan 1:12).

  • Seguridad, garantía y responsabilidad

    Creemos que todos los salvos (aquellos a quienes Dios ha redimido) son guardados por Su poder y por lo tanto están seguros en Cristo para siempre. Es su privilegio regocijarse en la seguridad de su salvación. Sin embargo, esta seguridad no debe ser la ocasión para pecar, porque Dios en Santidad no puede tolerar el pecado persistente en Sus hijos, y en amor infinito Él los corrige. La verdadera fe en Cristo se expresa en una vida fructífera y agradable a Dios (Juan 10:27-29; Romanos 8:28-29; 1 Juan 5:13; Hebreos 12:6; Mateo 7:20; Santiago 2:20).

  • La Iglesia

    Creemos que la verdadera Iglesia, llamada en las Escrituras el Cuerpo de Cristo, es un organismo espiritual en el que cada persona que ha confiado en Jesucristo para salvación en esta era presente ha sido bautizada con el Espíritu Santo. Las Escrituras también enseñan el establecimiento y la permanencia de iglesias locales, grupos de individuos redimidos que se reúnen para el culto, la instrucción, la comunión y el servicio (Ef. 1:22-23; I Cor. 12:13; Hch. 2:42, 13:1-2).

  • Las Ordenanzas

    Creemos que el Señor Jesucristo instituyó dos ordenanzas para ser observadas por todos los creyentes hasta Su regreso, el bautismo y la Cena del Señor. Se insta a que cada nuevo creyente las observe (Mateo 28:19; 1 Corintios 11:23-26).

  • La Segunda Venida de Cristo

    Creemos en la venida personal e inminente del Señor Jesucristo a Su Iglesia (1 Tesalonicenses 4:13-18; Zacarías 14:4-11; Apocalipsis 19:11-16, 20:1-6).

  • El Estado Eterno

    Creemos que al morir, las almas de aquellos que han confiado en Cristo para salvación pasan inmediatamente a Su presencia y allí permanecen en bienaventuranza consciente hasta la resurrección del cuerpo en Su venida por la Iglesia, cuando el alma y el cuerpo reunidos se asociarán con Él para siempre en gloria. Creemos que las almas de los incrédulos permanecen después de la muerte en miseria consciente hasta el juicio final del gran trono blanco, cuando el alma y el cuerpo reunidos serán arrojados al lago de fuego, no para ser aniquilados, sino para ser separados de Dios para siempre en castigo consciente (Lucas 16:19-26; II Cor. 5:8; Fil. 1:23; II Tes. 1:7-9; Apoc. 20:11-15).

Conozca a nuestros dirigentes

Cada uno de nuestros pastores, ancianos y diáconos han sido afirmados por nuestros miembros para dirigir de buena gana, con entusiasmo, y como ejemplos a la iglesia (1 Pedro 5:2-3) con el corazón de un siervo (Marcos 10:42-45).